miércoles, 19 de febrero de 2014

Gañanadas Velasco

Primera entrada de la segunda vuelta en uno de los años más locos del Supermanager. Para empezar os contaré las gañanadas que he hecho estas semanas. Con la Copa del Rey de por medio pensé (quien no lo ha heho…) tengo dos semanas para hacer los cambios. Ya los haré… Pues muy bien, los hice a última hora con el móvil en una estación de servicio perdida entre Córdoba y Madrid y con menos cobertura que el armario de Ricky Martin. Resumen… Se acabó el tiempo y en dos de mis equipos iba con Sekulic. Menos mal que si pude salvar el equipo del blog.



Segunda gañanada. Finalaza de Copa del Rey. Como muchos de vosotros sabréis soy muy madridista, aunque no de los que se ciegan y no son objetivos (para mí y hasta que se retire, Juan Carlos Navarro es el mejor jugador de la ACB). Pero ese día estaba muy crecido. El caso es que una amiga especial me llamó para quedar con ella y otra pareja para tomar algo. Pensé que podría ver la final en un bar. Iluso de mí…



Me llevaron a una coctelería de modernos en el que la tipa del bar se negó a poner el baloncesto (“aquí no ponemos salvajadas de esas”, me dijo la muy *******). Me encontraba tomando un gintonic con más cosas dentro que un cocido y a un precio de esos que cuando lo pagas te sientes más tonto que cuando pagas 8 euros por unos nachos. ¡Los nachos son doritos con ketchúp! Pero estaba tranquilo, convencido de que el Real Madrid ganaría de 20.



Pues no. Mi móvil ardiendo. Mensajes de mis amigos: “La mejor final en 20 años”, “partidazo”, “el barça sigue vivo”… Me perdí la canasta más emocionante de mi equipo desde el triple de Don Alberto Herreros. Y todo por intentar quedar bien con una muchacha. Sí, soy un calzonazos. Sí, soy un pagafantas. Y sí, al menos ganó el Madrid.



Tercera gañanada. Fue la jornada antes de la Copa del Rey. Mis amigos fueron a ver en directo un partido del Fuenlabrada. Fue el que jugaron ante el Murcia. Como estaba muy cansado (acabo de cumplir 30 años aunque mi atractivo físico haga parecer que tengo 18) decidí no ir. Pues bien, el maldito Chinche y el capullo Samu llenaron sus equipos de jugadores del Fuenlabrada. Resumen: Panko 32 y Feldeine 25..



El equipo con el que afronto esta jornada es este:



Chacho, Satoransky, Uriz

Mumbrú, Rudy, Van Lacke, Kirksay

Muscala, Panko, Nocioni, Mirotic




Meto a Van Lacke por ser uno de los jugadores que más me han gustado. Siempre fue un clásico en mis equipos y me cae especialmente bien.



Muchos de vosotros me seguís en Twitter y habréis visto que no he comentado nada sobre el fichaje de Lamar Odom por el Baskonia. Tiene una explicación muy sencilla. Aún estoy flipando. Suena a broma del día de los inocentes. También digo una cosa. Lamar es conocido porque le gusta mucho salir a tomar algo. Pues en Vitoria con el Txacoli y los pintxos va a disfrutar como un enano...



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jueves, 2 de enero de 2014

Fustración Navideña

Qué raros son estos días de Navidad. Vacaciones, horarios raros y comer, comer y comer. En una semana he ingerido más calorías que en los tres meses antes. Si dicen que somos lo que comemos, yo soy un langostino. O un Gintonic. ¿A qué viene esto? A uno de los mayores sentimientos de fracaso en la vida. Que se te olvide hacer los cambios en el SuperManager.


El viernes pasado abrí mi ordenador. Iba a cambiar a Guillem Vives y poco más. Jugaba contra el Real Madrid. Era un cambio claro. Pues no sólo me encuentro con que la jornada ya ha empezado sino con que me he comido un -5 como un castillo. Ya lo dice el refrán, no hagas los cambios del SuperManager mañana si los puedes hacer el mismo domingo de madrugada. Pero no solo eso. Muy informado yo, tampoco sabía que había jornada pocas horas después. En resumen, que he desperdiciado seis cambios muy ricos.


Una de las comidas de Navidad de este año fue la del SuperManager. Y tengo que decir que el Karma de debe haber castigado. Todo el año esperando este día, para no poder disfrutarla. El jueves anterior actué en Badajoz con fiebre. El viernes, inconsciente de mi, salí a dar una vuelta. El sábado estaba totalmente afónico. Un mal menor si tu trabajo no es ser monologuista y tienes que actuar el domingo. Así que fui, comí y me retiré a mi casa con el rabo entre las piernas. Esta es una frase que Joey Dorsey no podría decir nunca.


Pero el poco tiempo que estuve pude hacer una venganza que llevaba pensada de casa. Hacernos una foto todos juntos. Colocarme estratégicamente detrás del capullo de la Liga Privada y colocarle unos bonitos cuernos para que toda la gente de ACB.com y todos los que tenemos un capullo en nuestras Ligas privadas podamos reírnos bien fuerte por dentro.


El equipo con el que he afrontado estas dos jornadas ha sido este:


Sergio Rodríguez, Guillem Vives, Raúl López

Sato, Rudy, San M, Robinson

Tavares, Sekulic, Doellman, Mirotic


He de decir que la Liga Privada está emocionante. Por arriba El Chinche y El Capullo están con 1948 y 1939 puntos. Los cinco primeros equipos están en cincuenta puntos, como la Premier League de este año. Yo voy el primero de los mortales, con 1856 y 1855 puntos en mis dos equipos, sexto y séptimo. He de decir que si hubiera hecho los cambios tendría mínimo 30 o 35 puntos más.


Para terminar mi última entrada de 2013 os voy a contar algo gracioso. El sábado 28 estuve actuando en Móstoles. Y al bajar del escenario me vino un tipo a hablar. Yo no soy el típico cómico al que le vienen bellas mozas a ofrecer placer. Se me acercan maromos. Pensando que me iba a felicitar o pedir una foto le sonreí y el tío me dijo: “Eres un mierda en el SuperManager”. Y se fue. Así, así de maravilloso es este juego.






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sábado, 21 de diciembre de 2013

El SM KIA desde el otro lado del mundo

En la Edad Media para mandar un mensaje desde un castillo a otro, un tipo con un caballo tenía que recorrer cientos de kilómetros, tardando días en entregarlo. Imaginad que risa para hacer llamadas perdidas… A día de hoy, puedes ver un partido de curling en Nueva Zelanda en directo. ¿A qué viene esta idiotez? Hoy voy a hablar de nuestros exiliados.



Andrés y yo nos conocimos en 5º de EGB. Desde entonces hemos sido colegas. Este viernes volví a verles después de dos años. Los mismos que lleva viviendo junto a su novia en Australia. Sí, sí, Australia. La otra puñetera punta del mundo. Y desde allí, sigue siendo un fiel del Supermanager KIA. De hecho, estos son sus planes. El primer día ve a sus padres y el segundo tiene la cena del juego. Como dato curioso, el año pasado GANÓ. Jugando desde allí, viendo los partidos a través de la web de la ACB.



Ya os he hablado de Andrés. Alias El Chivo. Por una tontería. Andrés es muy español. Es decir, con 15 años tenía una barba digna de Fernandisco. Siempre fue, como si familia, un tío muy campechano. Y aunque el colegio empezara en septiembre, como eran fiestas en su pueblo (Baeza, Jaen), él no empezaba hasta octubre. A su ritmo, sin ningún tipo de prisa. No se fuera a agobiar. Supongo que sería 3º de ESO. El caso es que cuando muchos de nosotros teníamos pelusilla en la cara, se plantó en el colegio un mes tarde y con una perilla como la de Guti en sus buenos tiempos. Quince años después sigue con el mismo mote. Dicho esto, en Móstoles si no tienes mote, no eres nadie.



Estoy entre nervioso y excitado. Voy a ver a mi mejor amigo de siempre después de dos años. Mucho han cambiado las cosas desde entonces. Hace dos años vivía con mi antigua pareja en Colmenar Viejo, pesaba 35 kilos más, me gustaba Mourinho y el Real Madrid de baloncesto era incapaz de ganar al Barcelona. Todo eso es historia. Lo bonito es que llegará, estaremos cenando, bebiendo cerveza sin alcohol (JAJJAJJAJJAJA) y hablando de basket y será como si no hubiera pasado el tiempo. Vuelvo a lo mismo que he dicho varias veces. El juego a veces es el medio. El medio para unir a un grupo de amigos.



La cena ya es definitiva



Nos ha costado ponernos de acuerdo… Entre los que trabajan, mis actuaciones, los que ya son padres y el inmigrante australiano… Pero al final encontramos fecha definitiva. Este sábado de diciembre en Fuenlabrada, una de las cunas del baloncesto español. Y para mí, con los canarios, la mejor afición de este país. Que nadie se enfade.



Gracias al buen trabajo de las últimas semanas llego a la cena como un señor. El principio de temporada fue desolador. El capullo de la liga me repetía en directo y por whatsapp que iba a hacer el ridículo con el blog. El equipo del blog es sexto y mi otro equipo cuarto. Y he sido capaz de arreglar el tema del bróker.



Para esta semana he decidido meter a Pedro Llompart en los bases. Soy de esos que apuran el bróker, aunque sean dos durillos, hasta el final. Le meto en lugar de Heurtel, que solo me ha durado una semana. Los otros dos cambios son en los aleros. Fuera Kirksay y Dragic y dentro Robinson y un clásico del juego SanM.



El equipo queda así:



Llompart, Vives, Raül López

Sato, Rudy, San M, Robinson

Mirotic, Monroe, Pleiss, Sekulic



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miércoles, 4 de diciembre de 2013

En honor a ellas

“En mi casa somos como el Atleti de los viejos tiempos, unos sufridores”. Esta frase me la ha dicho esta misma mañana Azahara. Ella mejor que nadie representa lo que es ser la novia de un jugador de Supermanager. Y lo representa porque ha pasado por todas las fases.



Conocí a Azahara hace diez años en la Universidad. Ella estudiaba periodismo un curso por debajo y venía a vivir a Madrid desde Gijón. Su compañera de piso, Silvia, iba a mi clase y ya habíamos hecho buenas migas el curso anterior. Por cierto, con el tiempo Silvia cometió el error y a la vez el acierto más grande de su vida se convirtió en la novia del capullo del Supermanager.



Azahara se tuvo que tragar las horas de conversación sobre el juego de los que eran sus amigos de clase. Amigos que la mayoría no habríamos terminado la carrera si no fuera por su generosidad a la hora de pasar apuntes (GRACIAS AZA). Con el tiempo empezó a salir con Juan, uno de los paquetes del juego. Y tuvo que aguantar esas charlas como novia. A día de hoy lo hace en su fase máxima. Como esposa de un jugador… y madre de un futuro manager.



No quiero que esta entrada pueda parecer machista y que dé la sensación de que solo los chicos juegan a este juego. Por nuestra Liga han pasado alguna fémina. Pero como hablo de nuestro caso, en nuestra liga hay más colas que en las rebajas del Bherska. Yo mismo desde que empecé a jugar he tenido varias parejas. Y no todo son facilidades para compaginar…



“¡Es que no me entiendes! ¡Necesito saber si al final Navarro ha jugado!”.
No recuerdo si alguna vez dije esa frase. Pero puede ser que saliera de mi boca cuando salía con mi ex novia del cine y cuando ella se ponía a comentar la película (la verdad que tampoco era muy espabilada, así que generalmente no pillaba muchas cosas), yo no podía contestar porque con el teléfono estaba mirando valoraciones y si la web ya no tenía la maldita pantalla de “cerrado temporalmente”.



Con el paso del tiempo, ya se han acostumbrado. No les queda otra. Incluso Irene, novia de Adrián, se apunta a muchos de nuestros juegos como cuando montamos un Tour de Francia o una Vuelta a España. No nos mires, únete. Hasta Ana, novia de El Chinche, jugó la liga Teledeporte un año sin ni siquiera tener muy claro que el Baskonia era un equipo o el nombre de un Pokemon.



El paso de los años ha querido que el único jugador que queda soltero sea el que escribe estas líneas. Jugadores del Supermanager que leéis el blog, estoy para lo que necesitéis vosotras, vuestras amigas, hermanas mayores de edad, primas del pueblo e incluso madres solteras jóvenes. Quizá sea por eso por lo que pueda tener tiempo para hacerlo.



A veces soy muy pesado con mis amigos contándoles mis proyectos y mis historias, pero puedo presumir de tener un grupo de colegas lleno de buenas personas, gente sana y que me apoyan un montón con todas mis historias. Los pocos éxitos que voy logrando en la vida sería imposible sin ellos. Incluso sin el capullo.



Felicidad



Por cierto. Soy feliz. Vengo de hacer una gran jornada. De hecho llevo unas cuantas bastante buenas. Esta semana acerté con Raúl López y Pleiss. Incluso teniendo a Vives y su -11 (HIJO MÍO, ¿LO ESTABAS HACIENDO A POSTA?) sumé 223,20 y 211 puntos en mis equipos. Recorté unos 100 puntos con el capullo, que abandona el liderato y…. PAGA DOS EURAZOS. La contrapartida es que El Chinche sigue con su habitual potra y no se descuelga de los puestos de honor.



Poco a poco también estoy solucionando mi drama con el bróker y ya estoy a mitad de la tabla. De hecho ya voy a empezar a meter jugadores de los obligados. Esta semana mis cambios son: Cabezas por Heurtel (apurando las últimas opciones de conseguir pasta), Kirksay por Robinson y Muscala por Mirotic.



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viernes, 22 de noviembre de 2013

Un brindis por los que se fueron

"El tiempo va, pasarán las olas" (Sergio Dalma). Sí, amigos, como decía el gran poeta catalán, el tiempo pasa. Son diez años jugando al Supermanager. Es curioso ver cuanto tiempo me ha acompañado este juego. Hace 10 años mi vida era muy diferente. Tenía 19, estudiaba segundo de periodismo en Fuenlabrada. Fue el año que el capullo del supermanager, Samuel, entró a primero. Samuel y yo nos conocíamos desde los quince años

pero por cosas de la vida el entró un año más tarde en la universidad. Y entre la gente de mi clase y la de la suya hicimos un buen grupo de amigos.



Era 2003. Yo apenas tenía responsabilidades. Básicamente aprobar asignaturas de una carrera que nunca me vio por clase. Y no nos engañemos, periodismo no es demasiado difícil. Basta ver algún programa futbolístico de noche para comprobarlo. Intentaba pasármelo bien y ligar lo poco que me dejaban. Es en lo único que no ha cambiado mi vida en este tiempo. Faltaban dos años para el triple de Herreros, Pau Gasol empezaba a consolidarse como jugador franquicia de Memphis y en los bares la música de la gente de OT1 lo petaba. Normal, porque a tu lado, mi música es tu voz.



Pero como en la vida, en el Supermanager también hay gente que se queda por el camino. Y he aquí lo más bonito del juego. No solo es la competición en sí. Es la excusa. Es el nexo de unión. Es una maravillosa forma de tener un contacto semanal con gente que lleva muchos años en su vida. Y en mi caso, que tienen todos novia y tienen que dedicarle un tiempo. Algunos como Juan y Tito incluso esposas e hijos. HAN PASADO 10 AÑOS Y YO TENGO UN PELAZO Y NI UNA SOLA CANA, MUHAHAHAHAHAHHA.


Por el camino se quedó gente como Didier, un compañero gallego que se fue debiéndonos 96 eurazos; Mancebo, amigo de la infancia de muchos de los jugadores de la Liga que se fue del juego y de sus vidas sin dejar rastro; o Carlos, que directamente se fue porque era muy malo y no quería pagar Curioso lo de Carlos, porque de baloncesto sabe un rato. Durante años fuimos él y yo los encargados de la información de baloncesto en la web y las revistas del Madrid. De sus padres es el bar en Fuenlabrada donde hacemos la cena.



Y da pena, sí. Da pena que se vayan. No por jugar menos gente, siempre hay nuevos rivales que llegan (maldigo a El Chinche, que en tres años ha ganado más que yo en 10). Da pena porque rompen un bonito vínculo de unión, una excusa para vernos cada cierto tiempo, tomar una cerveza juntos y decir: "Sí, yo también me comí a Rudy el día que no jugó".




UN POQUITO DE AUTOBOMBO



Me vais a permitir un poquito de Spam antes de hablar de mi equipo. Muy poquito. Tras varios meses de curro inauguro un nuevo show en Madrid capital. Como las cosas están muy jodidas he ajustado todo lo que he podido la entrada a seis euros con una birra o un refresco. En diciembre, estaremos el 5 y el 22. Os dejo la información:



http://alvarovelascocomico.blogspot.com.es/2013/11/fotomaton-comedy-club.html



Sigo buscando el poco bróker que pueda ganar a estas alturas de la Liga. Esta semana cambio a Uriz, Tomic y Larson por Cabezas, Caner-Medley y Pleiss. El equipo queda así:


Cabezas, Vives, Neto

Sato, Rudy, Dragic, Beirán

Caner-Medley, Sekulic, Pleiss, Muscala



En la general me encuentro en mitad de la tabla. Doce de veintidós, con 770 puntos. El líder (sí, el capullo de todos los años) lleva 885. En bróker llevo 11 millones, lejos de los 12.200.000 de El Chinche. Pero el Tour no se acaba hasta que pasan los Pirineos.






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jueves, 7 de noviembre de 2013

En el fondo todos somos unos paquetes

La semana pasada hablábamos del tipo al que todos odiamos en una privada. Esta semana me quiero centrar en su antítesis. En el polo opuesto de ese maldito diablo. Me refiero al jugador que nunca gana, que le pone más ilusión y más ganas que los demás y ya sea por mala suerte o porque simplemente es muy malo, no ha ganado ni una privada en diez años. Cabe decir que yo no pertenezco a este grupo. Que yo no haya ganado una privada se debe al complot que hay en mi contra y que el único año que llegué con opciones a la última jornada me la jugó un tal Álex Mumbrú. Ya habíamos hablado antes de las manías… No le he vuelto a fichar desde entonces.



En mi liga privada hay dos de estos tipos. A ver si os sentís identificados. Uno de ellos es Javi Soriano. Y lo más curioso de todo es que… ¡es primo del capullo de la Liga! Es decir, si ya es difícil aguantar a Samuel por whatsapp o en persona, imaginad en Nochebuena, Nochevieja, bodas… Ir mal en el Supermanager y coincidir en una cena familiar con el líder de tu liga puede ser un infierno.



Javi es de una generación anterior a la nuestra. De los que disfrutó del Madrid en los 80 (la mayoría de nuestra liga nació en 1984). Sabe muchísimo de baloncesto, le pone de los nervios Sergio Llull y es un pagador habitual. Una anécdota muy divertida (Javi, espero que tu mujer no lea el blog). Hubo un año que le tocó agar unos 45 euros, el mismo año que su primo pagó 3 o 4. Como ya os he contado cenamos en un bar de los de toda la vida en Fuenlabrada. Javi tuvo que mentir piadosamente a su mujer y decir que íbamos a cenar a un sitio caro de los de 45 euros el cubierto.



El otro eterno perdedor es Juan Escribano. Y es curioso ya que Juan es de los socios fundadores de la liga privada que jugamos. Diez años. Una década (en mi caso yo me perdí los dos primeros años y este es mi octavo). ¡Imaginad diez años jugando con la misma gente siendo una mera comparsa! Y es otro de los que no será por ilusión. Ahora es padre y está casado… Creo que su matrimonio es una farsa para tener una excusa para poder decir el porqué de que sea tan sumamente malo en el juego.



Son los dos claros ejemplos del jugador que lleva toda la vida sin ganar nada… Y lo curioso es que creo que esa frase nos define al 80% de los jugadores de esto. Corregidme si me equivoco. El verdadero mérito de este juego es que es tan divertido y maravilloso que aunque en diez años no hayan ganado nada les sigue gustando como al principio. Lo disfrutan y lo pasan bien. Y llevan con dignidad llevar dos lustros aguantando los vaciles del “capullo”.



Pasando a analizar mi equipo que es el de todos (poquita ayuda me estáis dando en Twitter amiguetes…) sigo contento con los cambios. El bróker que tengo es lamentable. Soy el equipo más pobre de la Liga. Si fuera real, tendría problemas de presupuesto y tendría que recortar. Por cierto, yo nunca recortaría en animadoras. De hecho creo que hacen falta más animadoras.


He decidido vender a Lampe que la semana pasada subió de bróker pero que creo que se va a establecer y fichar a Muscala del que espero que aún me dé un par de subidas. Mi idea es que estabilice su precio y venderle para reforzar el puesto de pívot que ocupa Larsen, que suma muy poco. Vendo a Richotti, otro que se estabiliza y ficho a Rudy, que sube fácil y si hace una de las suyas puede asegurar hasta medio milloncete. Y también me deshago de Neto, otro que se estabiliza, para dar entrada a Bellas.



Tengo nueve millones de bróker. El líder de la liga en esto, el maldito Chinche, lleva 10 millones y pico. Me saca mucho. Así que tengo que ir con de jugadores que den bróker al máximo hasta intentar acercarme, aunque me toca luchar en desigualdad todo el año. Como Alonso con el Ferrari.


El equipo queda así:


Vives, Uriz, Bellas

Carroll, Dragic, Arco, Rudy

Martin, Sekulic, Larsen, Muscala



Esta semana Carroll y Arco posiblemente tengan su última subida así que la semana que viene toca remodelar los aleros. Los bases tienen pinta que van a ser los mismos unas semanas.






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jueves, 31 de octubre de 2013

Todo jardín de flores tiene un capullo

Todas las Ligas Privadas tienen a un individuo común. Es ese que gana casi todos los años, que se mofa de ti en tu cara cuando te comes un jugador, que todo lo que arriesga le sale bien aunque ponga tipos que ni conoce, que si se le olvida hacer los cambios en una jornada entre semana es capaz de ganar la jornada... Vamos, un capullo al que amas y odias. En mi Liga ese hombre se llama Samuel.



Tiene una apariencia angelical. Rubio, con ojos azules y una educación exquisita. Un tío guapete con cara de buena persona. Para cualquier madre que no lo conociera sería el yerno ideal. Mis propios padres creen que es un tipo que se viste por los pies. Pero cuando le conoces desde los quince años... Es un demonio. Solo puedes desear que pierda. Generalmente lo primero que hago es ver cómo van mis equipos y después ver si los suyos son de los últimos.



Para recochineo, este año con el blog se pone líder desde el principio. Realmente le agradezco que está siendo una persona que me está ayudando mucho a sacar ideas para contar aquí. Y no tengo nada en su contra, es mi amigo. Pero representa lo que muchos de nosotros odiamos así que como diría alguna folclórica: Si me queréis, odiadle.



Lo peor de este tipo de "capullos del SuperManager" individuos es tener que aguantarles. Porque cuando van bien todo gira alrededor del juego. No callan. En concreto, nuestro capullo puede hablar horas y horas sin parar. Tiene la virtud de tener unas glándulas salivales especialmente desarrolladas, lo que le permiten largar y largar durante interminables ratos sin apenas respirar. Pero amigo... Si van mal frases como "ya no es lo que era", "este año está siendo aburrido" o "es que el que gana tiene mucha suerte" son su Biblia.



Y no digo que sus victorias no sean merecidas, que lo serán... Dicen que hay que saber ganar. Yo creo que eso es fácil. Creo porque como en todos los años que llevo jugando no he ganado CASI nada pues tampoco tengo claro qué se siente. Y digo casi porque entre mis amigos soy el actual ganador del SuperManager Olímpico y eso es algo que hasta el año 2016 no me va a quitar nadie (¡chúpate esa Samuel!).



Escribo esto esta semana porque en la última jornada la ha liado. Ha hecho 196 puntos. El equipo del Blog que es el de todos ha sumado 138 y ha quedado quinto. Otros han hecho ridículos tales como 80, 82 y 89 puntos. Y luego van de que saben de esto... En la general no vamos mal, amigos. Pero tampoco bien, no nos engañemos. Estamos a 100 puntos del killer de ojos azules, que con 475 lidera la tabla. Pero hasta que no se

pasan los Pirineos, no se acaba el Tour....



Por cierto... ¡Qué gustito da acertar con un cambio! Vendí a Jaime Fernández y compre a Guillem Vives. Y el del FIATC Joventut se disfrazó de Petrovic para darme unos puntitos muy ricos. Cuando aciertas con un cambio de este tipo te sientes Dios. Piensas que has sido el único. Entonces le mandas un whatsapp al capullo de tu liga o al grupo general y... No eres el único... Pero que te quiten ese rato de creerte un General Manager de nivel.



Esta semana por primera vez estoy contento con los cambios que he hecho. Los tenía claros desde que cerró la jornada. Se van Lampe, Shermadini y Sergio Rodríguez que no aseguraban subida y liberan un buen dinero. Con el dinero he comprado a Nacho Martín y Sekulic (mira que alguien por Twitter me dijo que lo metiera la primera jornada y yo por hacerme el entendido no le hice caso), dos pivots que me aseguran unas buenas semanas de broker y olvidarme de esas dos posiciones.




Como base pongo a un clásico de la ACB, Javi Salgado, que como mínimo debería dar pasta un par de semanas. Digo debería porque basta que yo lo ponga para que se dedique a lanzar ayukens durante todo el partido. Y es que esa es otra. Hay gente que por Internet me pide consejo. Es como pedirle a Rafa Mora que te aconseje un libro. Aunque esta semana he visto que Juan Magán es asesor de un concurso de cantantes, así que si eso es posible, todo es posible... Incluso que algún día gane una privada.



Bases: Vives, Salgado, Neto

Aleros: Carroll, Richotti, Arco, Dragic

Pivots: Nacho Martín, Sekulic, Larsen, Caner-Medley



Esta cuarta semana quiero dar las gracias a toda la gente que a través de Twitter me está comentando que le gusta el blog. Yo estoy encantado con el trato que me está dando la ACB y especialmente agradecido a Dani Barranquero, sin el cual, esto no habría nacido. Gracias a todos.






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viernes, 25 de octubre de 2013

La dura vida sin un buen broker

¿Existe una fórmula matemática para ganar el Supermanager? Puede ser que sí, pero mi experiencia me dice que no. Os contaré la historia. Ocurrió hace unas temporadas, en el primer curso que mi amigo El Chivo jugaba a este amado y odiado juego. No recuerdo exactamente el año, pero era sobre 2008.


Andrés estudiaba económicas en la URJC. Le conozco desde críos, cuando íbamos juntos al colegio. El tipo es una máquina con los números y pensó idear esa fórmula matemática. Pero no lo hizo solo. Pidió ayuda a varios profesores, lo habló con compañeros y durante unas semanas le dedicó mucho tiempo, hasta que llegó a un resultado. Con el consiguiente aburrimiento que fue el tener que escucharle. Se puso muy muy muy plasta con sus numeritos.


¿Qué pasó? Su temporada estaba siendo más que discreta. A partir de ese momento (fin de la primera vuelta) en la que empezó a usar criterios matemáticos, su temporada se fue por la borda. Empezó a caer y caer hasta niveles absolutamente ridículos. Lo cual es bueno para los demás ya que las risas fueron bastante grandes.


Andrés es el tipo que os conté que ahora vive en Australia. En Navidad viene un par de semanas a España y podremos celebrar por fin “La Cena del Supermanager” de este año. Creo que la haremos en Fuenlabrada un 27 de diciembre. Así de glamourosos somos nosotros: empanadillas, tortilla, cerveza y baloncesto. Es curioso seguir la liga desde tan lejos, pero gracias a la web de ACB puede ver casi todos los partidos. De hecho hay veces que hablamos por teléfono una hora: 10 minutos de cómo estamos, 5 minutos de chicas y 45 del Supermanager. Como podréis imaginar en la cena hay de todo, pero la ausencia de féminas es desoladora.


Cada uno hace los cambios a su manera. Estadísticas, instinto y azar. Yo tengo mis propias reglas, como intentar poner a los que juegan contra su ex equipo de la temporada anterior. Pero sobre todo tengo una: la regla del rencor. Y esta semana me ha pasado. Meto a Jaime Fernández y se casca un -5. Bien, pues el bueno de Jaime no va a volver a mis equipos en toda la temporada. De hecho, y no tengo nada en contra suya, pero no he vuelto a fichar a Berni Rodríguez desde que me hizo un - muchísimo, lo vendí y se cascó un 30 y le volví a fichar y se hizo un -11.


Esta semana mis cambios han sido bastante irritantes. Quité a Uriz y Pleiss por Jaime Fernandez y Lampe… De ahí que este juego tenga esa mezcla entre amor y odio. Lo que me ha hecho ir muy mal en la Liga Privada. Es más voy en el puesto 20 de bróker. Lo cual es más ridículo teniendo en cuenta que son 20 equipos. El Chinche ya me saca casi un millón. Le conozco y seguro que ya ha podido meter a Mirotic…


¡No tener bróker es un drama! Arrastrar un millón menos es ir con un jugón menos que los demás. Me voy a tirar toda la temporada deseando que haya fichajes nuevos de los que dan pasta cuando ya los demás han estabilizado sus precios. Quitando aquel año que jugaron equipos impares y siempre descansaba uno y podías currarte hacer un montón de cambios. ¡Señores de ACB a los que escriben los blogs deberían darle un millón extra!


Mi objetivo es empezar a arreglar el bróker cuanto antes. Ya sé que no voy a poder estar arriba esta temporada por este inicio tan paquetil… Pero al menos poder solucionarlo. Vendo a Jaime Fernández desde el rencor y meto a Vives, me quito a Joan Sastre para meter a Salva Arco y me veo obligado a meter a Larsen debido a mi pobreza. Me queda un equipo en el que todos deberían subir un 15% a excepción de Lampe. A Shermadini le queda una subida, así que la semana que viene liberaré casi 1.200.000 para poder mejorar en algún puesto.


La buena noticia es que dos jugadores que ya tenía y que pensaba que me iban a dar problemas se han puesto en modo darme dineritos: Carroll y Caner-Medley. El equipo de esta semana queda así:


Sergio Rodríguez, Guillem Vives, Raulzinho Neto


Jayce Carroll, Salva Arco, Zoran Dragic, Nicolas Richotti


Giorgi Shermadini, Nik Caner-Medley, Rasmus Larsen, Maciej Lampe






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viernes, 18 de octubre de 2013

El doblete

Vas a ser el hazmerreir del Supermanager” o “¿No querías hacer reír? Pues con ese equipo vas a hacer reír pero bien”. Son algunos de los comentarios que he tenido que aguantar esta semana por parte de mis “supuestos” amigos (en la guerra, el amor y el supermanager, la amistad NO EXISTE). ¡Y no solo eso! Uno de mis enemigos acérrimos, el Chinche, que hizo los equipos media hora antes del cierre, ha quedado primero y segundo de la privada con 160 puntos. Por favor, uno de los objetivos es que le odiéis. Todos juntos: ¡Chinche, te odiamos!



Para esta segunda entrada había pensado hablaros del Chivo (en Móstoles si no tienes apodo, no eres nadie). Un amigo que ahora vive en Australia y que mientras estudiaba económicas intentó buscar una fórmula matemática perfecta para el juego. Pero eso será más adelante… Vamos a hablar del temido DOBLETE.





En nuestra Liga Privada somos 10 personas con dos equipos cada uno. Los seis últimos pagan un euro. Si quedas entre los dos primeros con un equipo y pagas con el otro, corre un puesto. Quedaros con el funcionamiento de la liga para el resto del año. El Doblete es quedar entre los seis últimos con dos equipos y… ¡Quién narices ha creado un grupo de whatsapp llamado supermanager! Tus amigos ya no solo se ríen de ti a la cara, ahora lo pueden hacer desde el sofá de casa y todos a la vez… Esta semana no he empezado tan mal, pero no he empezado nada bien. Un eurito a la hucha, otro de David (rival peligroso) y dobletes para Chivo y Juan (eterno aspirante y el más paquete de todos con diferencia).



Esta jornada mi equipo, que es el vuestro (juntos podemos derrotar a los capullos de mis amigos) ha hecho 105 puntos. No me preocupa. Lo que sí me preocupa es el bróker: ¡he perdido casi 300.000 en la primera jornada! Y como los señores de ACB no entienden de favores, no me dejan hacer ocho cambios. Rabaseda y Uriz me han destrozado, y como soy un rencoroso, se van los dos fuera. Tampoco ha ayudado nada el partidito de Caner-Medley, pero me lo voy a quedar. Muy a mi pesar. Como además de poco dinero tengo problemas de banderitas, los cambios son:


Uriz por Jaime Fernández (Jaimito, no me hagas uno de tus negativos, porfis).

Rabaseda por Richotti.

Pleiss por Lampe.



El equipo queda:

BASES: Sergio Rodríguez, Jaime Fernández, Neto


ALEROS: Carroll, Sastre, Dragic, Richotti


PÍVOTS: Shermadini, Caner-Medley, Tillie y Lampe.



El objetivo es como mucho la semana que viene tener a once jugadores que suban el 15% pero este comienzo me va a lastrar durante varias semanas. Mal de mucho, consuelo de tontos, por lo que me habéis escrito muchos por Twitter (@alvaro_velasco) somos muchos los que no hemos empezado nada bien.


Pdta: La foto corresponde a una de las cenas del Supermanager en la que tenemos varios juegos de beber relacionados con el basket y de los que hablaremos.






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martes, 8 de octubre de 2013

Dios bengida al SuperManager KIA

Antes de nada, empezaré presentándome. Me llamo Álvaro Velasco, soy periodista deportivo y cómico en Paramount Comedy. De Móstoles. Y un paquete de proporciones descomunales jugando al Supermanager KIA. Y eso que llevo diez años.



El Supermanager, el Supermanager… Te da la vida y te la quita. En este blog no esperéis consejos para ganar. Eso es cosa de los Fergetxo y compañía. Aquí vamos a hablar de sentimiento, de pasión, de cómo un domingo te quedas sin huellas dactilares de tanto dar al F5 esperando a que compute la jornada.



Aquí vamos a hablar de ese amigo impresentable y vacilón que presume de no haber hecho los cambios (mintiendo, evidentemente) y te mete 60 puntos en una jornada. Del que en la vida real te manda un vídeo de un jugador universitario de Wichita con unos porcentajes +/- espectaculares y que a la hora de la verdad fracasa más que Howard con los libres. Del que se apunta sin tener ni idea y ficha a los jugadores por sus nombres y se convierte en un maquinón. Hubo un año que uno de mis amigos pensó durante 20 jornadas que Curtis “Dios de las valoraciones” Bordchart era negro.



Hablar de como te gastas un millón y medio en un jugador y te calza un -7 y le vendes para que se haga un 35 + bonus. O de como te ves animando a un rival. Yo que soy madridista me he visto jaleando a Navarro y maldiciendo cada rebote de Mirotic porque no estaban en mi equipo.



Y de mi peor experiencia con diferencia en el juego. Después de varios años intentando convencer a mi mejor amigo (aquí le llamaremos El chinche) para que jugase para así tener un paquete que se hinchase a pagar euros, llega y gana la Liga Privada. El Chinche es ese amigo del que disfrutas cuando le va mal en el juego.



Todos los impresentables de los que os hablo tienen nombre y durante este año os iré contando nuestras andanzas. Formamos la liga cuando nos conocimos en la Facultad de Periodismo de la URJC hace diez años. Desde entonces seguimos jugando en una mezcla de mis compañeros de universidad y amiguetes de Móstoles. Ya os explicaré en la siguiente entrada las “particulares” reglas de nuestras privadas pero os diré que en una de las ligas vamos con dos equipos y los últimos de cada jornada pagan un euro con el que luego nos vamos a cenar (beber cerveza y hablar de chicas, ahora que las novias de algunos no nos leen). En la otra liga fliparéis: sorteo con dos grupos, enfrentamientos, parón para la Copa del Rey y Playoff. Una pasada.



Para que veáis lo realmente malo que soy uno de mis equipos será público cada semana. Se aceptan consejos y sobretodo debate. Que para eso es un blog. El equipo se llamará “Real Inter Blog ACB Sí se puede”. Mi idea es hacer un equipo en el que pronto junte a 11 jugadores que suban rápido de pasta. Los puntos no me importan tanto como llegar a los 13-14 millones en 10 jornadas. En la primera jornada nunca pongo extracomunitarios para poder pillar más fácilmente un par de ellos que suban durante mínimo 5/6 jornadas seguidas.



Aquí va:



Bases: Sergio Rodríguez, Ricardo Uriz, Raulzinho Neto



Aleros: Jaycee Carroll, Joan Sastre, Zoran Dragic, Xabi Rabaseda



Pívots: Giorgi Shermanidi, Nik Caner-Medley, Kim Tillie, Tibor Pleiss



LA SUERTE ESTÁ ECHADA. Espero que en este camino que vamos a hacer juntos esta temporada termine ganando mi primera liga privada en diez años y poder dar en los morros a más de un amigo. ¡Juntos podemos!



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miércoles, 19 de junio de 2013

La épica del quinto partido


1987-88: FC Barcelona 3 – Real Madrid 2


5º partido. Palau Blaugrana


FC Barcelona Regal 92 – Real Madrid 79



Fue la primera Final ACB que se decidió en el quinto partido. Los barcelonistas habían ganado sus dos encuentros en Palau y los madridistas hicieron lo propio en el Pabellón de la Comunidad. En el quinto, la gran salida local tuvo respuesta blanca, aunque en el ecuador de la segunda mitad un parcial de 22-3 lo cambió todo.



El Barça, con 29 puntos de Epi y 16 de Trumbo, acabó abusando de un rival que echó de menos a los lesionados Martín y Romay. La sangría barcelonista en la pintura decantó el partido e incluso algunos se quedaron con ganas de algo más que ese 93-79 final. “Cuando íbamos 24 arriba pensé que ganaríamos de 30”, dijo el presidente Núñez. La fiesta fue absoluta.





1988-89: FC Barcelona 3 – Real Madrid 2


5º partido. Palau Blaugrana


FC Barcelona 96 – Real Madrid 85



Exactamente un año y un día después de su última ACB, el Barça volvió a conquistar la Liga en uno de los quintos partidos más polémicos y tensos. El Real Madrid, con una victoria por un solo punto, forzó el desempate y, en él, pese a los 23 puntos de Biriukov, el triunfo se quedó en casa, en lo que suponía el triplete blaugrana.



Jiménez y Norris lideraron a un equipo que tuvo en Waiters a su héroe final. Él decantó el partido. Los madridistas fueron desfilando uno tras uno al banquillo por acumulación de faltas. Eliminados Petrovic, Rogers, Cargol, Biriukov y los hermanos Martín, el conjunto blanco acabó con solo 4 jugadores: Llorente, Rivas, Pérez y Villalobos.







1991-92: Montigalá Joventut 3 – Real Madrid 2


5º partido. Palau Olímpic de Badalona


Montigalá Joventut 85 – Real Madrid 72



Ambos contendientes venían de clasificarse en el quinto partido en semifinales y la serie, en la final, fue también agónica y eterna. Hasta el quinto partido no se resolvió. Fue entonces cuando los badaloneses, con el exmadridista Lolo Sainz en el banquillo badalonés, sentenciaron en la segunda mitad y celebraron la victoria ante un público loco de alegría.



Cuando las 12.500 personas aplaudieron a Corny Thompson en el cambio, se supo que el título era de la Penya. La superioridad del propio Corny (20 puntos) y de los Smith (19), Villacampa (18) y Rafa Jofresa (16) fue letal para un conjunto que seguía gafado en el quinto encuentro y que echó de menos al eliminado Romay y al lesionado Antonio Martín.




1992-93: Real Madrid 3 – Marbella Joventut 2


5º partido. Pabellón de la Comunidad


Real Madrid 78 – Marbella Joventut 69




“Cambiaremos la historia”, dijo Lolo Sainz, consciente de que jamás un equipo había remontado un 0-2. Su equipo, tras igualar la serie con 2 victorias en las que arrasó, llegó pletórico a Madrid y rozó hacer historia, mandando por hasta 10 puntos y viniéndose abajo solo tras el descanso. Sin embargo, quien dijo la última palabra fue el Real Madrid de un Clifford Luyk que avisó antes del duelo: “Ganaremos el título ante nuestra afición”.



Y lo ganaron, poniendo así fin a 7 años de sequía y, clave para ellos, poniendo fin a la maldición del quinto partido. A la cuarta, fue la vencida. Un triple de Biriukov sobre la bocina, antes del descanso, cambió el rumbo del partido y entre Sabonis (22) y Antúnez (16) hicieron el resto. Se quitaron la espina.




1994-95: FC Barcelona 3 – Unicaja 2


5º partido. Palau Blaugrana


FC Barcelona 73 – Unicaja 64



Fue una de las finales ACB más apoteósicas de la historia. Recordada como aquella del “Triple de Ansley”, ese balón nunca entró y, por ello, hubo quinto partido. El cuadro malacitano, que de cenicienta tenía poco, salió a morder y llegó a mandar por 9 puntos, aunque la entrada de Díez y Andreu cambió el partido.



Al final, el FC Barcelona amarró el quinto partido y el título, con una gran actuación de Middleton (19) y Xavi Fernández (20). La imagen más recordada, aquella de Epi saltando a pista, a falta de medio minuto para el final, a disputar los últimos segundos de su carrera profesional. A falta de 13, recibió falta personal y fue a la línea de tiros libres. El Palau se rindió cuando convirtió los 2 para refrendar la Liga para los suyos y su retirada fue apoteósica.




1996-97. Real Madrid Teka – FC Barcelona Banca Catalana 2-3

5º partido. Palacio de los Deportes.


Real Madrid Teka 69 – FC Barcelona Banca Catalana 82



Nunca una final había dejado como triunfador al equipo con factor campo en contra. Hasta que el FC Barcelona lo rompió en 1997. Con un equipo liderado a la perfección por un mágico Sasha Djordjevic, los azulgranas se impusieron a un Real Madrid que no encontró su mejor nivel en el quinto encuentro. Dejan Bodiroga no pudo rayar al gran nivel de la serie y el triunfo final fue para otro serbio, de apellido Djordjevic.



Además, la pareja interior azulgrana se impuso a los 22 puntos de Arlauckas. Los 18 puntos y 8 rebotes de Jerrod Mutaf y, especialmente, el poderío de Roberto Dueñas (13 puntos, 12 rebotes, más dos tapones y cuatro mates), simbolizaron la superioridad del FC Barcelona en la primera ocasión en que celebraba el título en la pista del eterno rival.




1999-00. FC Barcelona – Real Madrid Teka 2-3


5º partido. Palau Blaugrana.


FC Barcelona 73 – Real Madrid Teka 82



Si algo tienen los quintos partidos es la facilidad para asociarlos a un nombre. En la final de las finales, el nombre que capitalice con atención especial el partido será el nombre de la final. Y ese es Sasha Djordjevic.



Con Alberto Herreros renqueante por lesión (jugó solo cuatro minutos) y con una salida fulgurante, el FC Barcelona parecía incrementar su favoritismo sobre la marcha. Vencía por siete puntos (64-57) en el minuto 32. Pero entonces el Real Madrid avasalló. Dos triples de Djordjevic y el parcial alcanzaría el 2-13. El conjunto blanco, con Alberto Angulo, Brent Scott y Eric Struelens como máximos anotadores, se acabaría llevando un título que no lograba desde hacía seis años. En una serie bañada por la polémica arbitral, con roce incluido entre Sergio Scariolo y Aíto García Reneses y con una imagen que pasó a la historia. La del ídolo que pasó a ser el más odiado del Palau. Djordjevic, brazos en alto, celebrando el triunfo en la que fue su casa. Nacho Rodríguez, empujándole para sacar al villano de la pista.




2003-04. FC Barcelona – Adecco Estudiantes 3-2


5º partido. Palau Blaugrana.


FC Barcelona 69 – Adecco Estudiantes 64




Tras una temporada complicada y con la sombra de la triple corona del año anterior, el FC Barcelona retenía el título de liga en casa. El Adecco Estudiantes hizo sufrir a los azulgranas, que firmaron un inicio fulgurante, pero que no mantuvieron el listón durante todo el encuentro. Los colegiales, que habían igualado la serie tras llevarse el tercer y el cuarto encuentro en Madrid, empataron el encuentro. Dejan Bodiroga apareció para mantener el partido bajo control y Rodrigo de la Fuente para hacer que el Palau Blaugrana se viniera abajo. Con 37 segundos por jugarse, el alero anotó un triple que colocaba a los suyos 66-60. Un tiro decisivo para un equipo que repetía título tras la dureza de una serie en la que nunca ganó por más de seis puntos (sus derrotas, en cambio, fueron por 10 y 17 tantos).




2004-05. TAU Cerámica – Real Madrid 2-3


5º partido. Fernando Buesa Arena.


TAU Cerámica 69 – Real Madrid 70



Poco importa la globalidad de cinco partidos de una serie si un hombre puede dinamitarla hasta conducirla a la historia. Alberto Herreros convirtió el título del Real Madrid en uno de los más populares del baloncesto español. Esa liga sería, por siempre jamás, la del triple de Herreros.



Porque el título no podía estar más de cara para los baskonistas. Con 69-61 a falta de 50 segundos, la celebración contenida parecía la opción más indicada. Pero llegó la debacle del TAU. Triple de Gelabale, canasta fallada de Scola, anota Hamilton, Prigioni pierde el balón, Sonko pone el 69-67, Splitter pierde un inexplicable balón. Y... Los tres puntos. Sus tres únicos puntos. La última canasta en la carrera de una leyenda como Alberto Herreros. Nunca la épica de un quinto partido había sido tan épica.






2011-12. FC Barcelona Regal – Real Madrid 3-2


5º partido. Palau Blaugrana.


FC Barcelona Regal 73 – Real Madrid 69



Al FC Barcelona Regal nadie podía enseñarle a ganar. En plena oleada de comentarios acerca del cambio de ciclo y con una final planteada como plebiscitaria entre estilos de juego, el conjunto catalán salió triunfador en un quinto encuentro que puso el broche de oro a una maravillosa serie, que dejó, por juego, igualdad y competitividad, uno de los mejores sabores de boca de los últimos años.



El conjunto de Xavi Pascual ahuyentó al Real Madrid con alternativas defensivas que cegaron a los blancos. El extraordinario partido de Fran Vázquez, los 17 puntos de Pete Mickeal y el MVP Orange Erazem Lorbek, resolutivo al final, permitieron que el Barça Regal levantara su segunda liga consecutiva. Un campeón múltiple para una serie histórica.






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jueves, 6 de junio de 2013

Real Madrid - Barça Regal: cambio o dinastía

En la búsqueda de récords, el FC Barcelona Regal ya ha ganado. Nadie en la era ACB había alcanzado antes siete finales consecutivas. Si levantase este título, estaría ante su tercera Liga Endesa consecutiva, más cercano a la dinastía que al sencillo triunfo.



En la búsqueda de la admiración por la velocidad y lo aéreo, el Real Madrid ya ha ganado. El liderato de la liga regular, el 5-0 con el que alcanza las semifinales y la belleza de su juego le han valido elogios por doquier. Pero, a ese nivel, la legitimación entiende más de títulos que de estética. Sin títulos, el “pero” siempre será más grande. Y, más allá de la Supercopa Endesa, el Real Madrid no ha podido conseguir ninguno esta temporada.


El dolor del “casi” podría conducir al olvido si una copa no se entromete en el camino. Porque, si la Historia solo recoge los nombres de los campeones, más frustrante resulta todavía si al subcampeón le acompaña la admiración por su juego.


Hablando de Historia, si a alguien ha tratado bien en los últimos años, ha sido a un Barça Regal al que ha hecho pasar al ideario colectivo, ante todo, como equipo ganador. Han pasado las temporadas y los jugadores y, en este último lustro, el FC Barcelona siempre ha levantado títulos. Los catalanes buscan implantar la tiranía. Algo tan sencillo como que, con el paso de los años, la gente no dude al señalar el nombre del campeón de inicios de la década de los 10.


Al fin y al cabo, el equipo ya es campeón. A las dos últimas ligas se suma la Copa del Rey de esta temporada, que ya luce en las vitrinas. Ganada superando condiciones adversas y con un partido mítico frente al Real Madrid en cuartos de final.



Si hay algo que el Barça Regal no necesita, es reivindicarse como ganador. Son de tan diverso calado las adversidades que el equipo ya ha superado para alzarse con los títulos logrados en la era Xavi Pascual, que, ahora, podría moverse incluso solo con la energía del deseo por contradecir algunas opiniones más.


Y, Xavi Pascual, por escribir su nombre junto al de Aíto García Reneses y Lolo Sainz como los únicos entrenadores que han logrado tres títulos consecutivos en ACB.


Pablo Laso, que, como Pascual, también cuenta sus años al frente del equipo por Playoff Final alcanzados, está a la espera de la guinda. La que consolide el giro copernicano. La que demuestre que no solo en las defensas están los campeonatos. Que el máximo anotador de la competición también se puede llevar el título. Que la estética no se contrapone al éxito.


Y, además, lo hace aspirando a la perfección. Un inmaculado 8-0 que le concedería especial valor. Aunque el 3-0 se antoja especialmente complicado cuando los duelos frente al Barça Regal han venido marcados por la igualdad a lo largo de esta temporada. El Real Madrid cuenta con ventaja de campo y con un balance global de 3-2 en esta campaña (triunfos blancos en Final Four, Supercopa Endesa y vuelta de la liga regular y azulgranas en la Copa del Rey e ida de la liga regular). Un balance suficientemente igualado y en condiciones tan dispares como para que la lucha por la dinastía o el cambio cobre especial interés.






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martes, 28 de mayo de 2013

Si gano haría historia por...

¿Qué se juega cada equipo esta noche? ¿Por qué haría historia cada uno de los 6 equipos que hoy juegan en el caso de ganar y pasar a semifinales? La respuesta, a continuación



ACB Photo / J. Izarra





Laboral Kutxa –
Entrar en semifinales para el cuadro baskonista significaría completar una década fantástica entre los 4 primeros de la Liga Endesa. Desde la temporada 2002-03, cuando el TAU Cerámica cayó en una agónica serie de cuartos de final contra Unicaja por 3-2, los vitorianos no han vuelto a quedarse fuera en semifinales. Nadie ha jugado mejor los cuartos de final en los últimos años. De hecho, el balance hasta esta temporada era de 20 victorias y solo 3 derrotas y, si gana, seguirá siendo el que lleva alcanzando, como mínimo las semifinales, desde hace más años. En caso contrario, el Barça Regal –que no falta desde la 2005/06- puede quitarle el récord.





ACB Photo/A.Caparrós

FC Barcelona Regal – Ya que el Uxue Bilbao Basket le manchó a Xavi Pascual su inmaculada trayectoria en cuartos de final, con un 11-0 hasta el pasado domingo, al menos el técnico barcelonista puede mantener el récord de participaciones en cuartos saldadas con victorias. Desde su debut, en caso de ganar, sería un 6 de 6. Eso sí, la verdadera Historia, con mayúscula, esperaría en rondas futuras, ya que el Barça Regal tiene en su mano la opción de conquistar la Liga Endesa por tercera temporada consecutiva, algo que no se veía desde el propio Barça entre 1995 y 1997.



ACB Photo / M. A. Polo

Valencia Basket Club – Parece una anécdota pero resulta más que una curiosidad. Si el Valencia Basket entra este martes en semifinales, hará historia por lograr dos presencias entre los cuatro mejores de la Liga Endesa de forma consecutiva. Supondría la tercera clasificación histórica para semifinales del cuadro de Perasovic, un conjunto habituado a codearse con la élite de la competición y que podría empezar a sentirse uno de los cuatro mejores si se acostumbra a esa ronda.






ACB Photo / E. Casas

CAI Zaragoza – Simple y llanamente, se convertiría en el mejor debutante en la historia del Playoff. Y es que jamás un equipo que ha jugado el Playoff de la Liga Endesa por primera vez, como es el caso de un CAI que pese al nombre es un equipo diferente a aquel mítico de Zaragoza, ha acabado pasando de ronda. Ninguno ha llegado a semifinales y los de Abós, que hace 10 días superaron su tope histórico y su mayor diferencia, a los pocos días firmaban registros negativos y el domingo volvían a protagonizar un buen número de récords, se encuentran a un paso de hacer historia. Pero de la de verdad.






ACB Photo / A. Caparrós

Uxue Bilbao Basket – Técnicamente, acabaron con una maldición el pasado domingo, venciendo al FC Barcelona Regal por un punto. En sus anteriores 6 compromisos en Playoff, el cuadro barcelonista había vencido, incluido el histórico 3-0 en la final de hace un par de años. Ganar les haría vengarse de su mayor verdugo en estas rondas y clasificarse para unas semifinales por segunda vez en su historia. Es más, se presentarían en semifinales en idéntica situación a 2011. Partiendo como sextos, cargándose con factor cancha en contra el tercero en la regular… y sin nada que perder. El precedente no podría animarles más. Acabaron en la final.


ACB Photo / M. Henríquez

Herbalife Gran Canaria – Como contra Joventut en 2007. Como frente al Unicaja en 2009. El cuadro amarillo está a un paso de derribar una barrera histórica. Una maldición, un gafe, un escollo insuperable. Hasta esta temporada, eran 16 presencias en cuartos de final… y 16 derrotas, 9 en Playoff de la Liga Endesa y 7 en fases finales de la Copa del Rey. En febrero, en Vitoria-Gasteiz, los de Pedro Martínez lograron quitarse esa presión para siempre de encima tras ganar en cuartos al Uxue BB y colarse entre los 4 mejores. Ahora, el objetivo, es hacer lo mismo en Liga Endesa para que nunca más se vuelva a recordar los precedentes en cada presencia canaria en la lucha por el título.



Algunos más, algunos menos. Cada cual con sus circunstancias, su historia o sus necesidades, pero la llamada es común. Este martes la historia les espera.






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lunes, 27 de mayo de 2013

Vasileiadis-Toolson: Hermanos de épica

“Sentir la camiseta”, “dejarse el alma en la cancha” o “jugar con sangre, sudor y lágrimas” son tópicos del deporte, hipérboles que buscan la conexión total entre el protagonista y el aficionado, capítulos de heroicidad espontáneos que humanizan a las estrellas… para transformarlas en leyendas.

El domingo, dos jugadores llamaron con fuerza a ese club de la épica alcanzada por aquellos que dieron más de lo que tenían, solo por un equipo, por unos colores y por una victoria. Kostas y Ryan, Ryan y Kostas, caminos cruzados para un destino común.



El 14 de abril empezó la pesadilla para Kostas Vasileiadis. Ese día, su Uxue Bilbao Basket luchó por conquistar la Eurocup pero él, pese a sus 16 puntos, no pudo volver con una sonrisa de Charleroi. Incluso, un par de tiros libres suyos fallados justo antes del descanso era señalado por parte de Katsikaris como ejemplo de la mala suerte vivida durante toda la final.

“Es un momento difícil para nosotros pero esto no nos debe parar. Tenemos que pasar página y que seguir adelante”, afirmaba, ignorando que otro fallo en un tiro libre 7 días más tarde, con un 102-101 adverso en el marcador a falta de 3 segundos, supondría la derrota contra el Canarias pese a sus 21 puntos.

Parecía una mala racha, pero al fin y al cabo todo quedaba en clave deportiva, donde un tiro libre errado, o tres, debían ser pura anécdota al lado de su trayectoria o su misma temporada. Sin embargo, una lesión se cruzó por su camino. Un hematoma óseo le dejó sin jugar contra el CAI Zaragoza y, a los tres días, solo pudo jugar 9 minutos testimoniales (0 puntos, 0 de valoración) frente al Laboral Kutxa. Habría que parar del todo.

Kostas no viajó a Sevilla. Kostas tampoco estuvo contra Valencia Basket o Blusens Monbus, viendo impotente como el anhelo de luchar por la cuarta plaza se esfumaba sin que él pudiera hacer nada por evitarlo. Para colmo, se probó antes del primer partido de cuartos contra el Barça Regal pero, al ver Katsikaris que el encuentro se le iba a los suyos, decidió no forzar y reservar al griego para el segundo encuentro.



La derrota por 26 puntos pesaba pero el regreso de Vasileiadis suponía el contrapunto. La esperanza. Y ni siquiera disimuló su decisión. “Sí, voy a estar seguro en el partido. Yo creo que podemos ganar, ¿por qué no? Daba igual perder por 1 que por 20. Ahora debemos igualar la serie y seguir soñando”}.

Con él, Miribilla lo sabe hacer. Somnífero del sueño dulce, su puesta en escena, tras el impulso inicial de Grimau, permitió el despegue de su Uxue Bilbao Basket y, a la postre, el triunfo final. Renqueante, sin ritmo de juego ni de competición pero con un corazón más grande que su apellido, Vasileiadis regaló 5 minutos y 56 segundos de épica a su afición durante el segundo periodo.

7 puntos (4/5 Tl, 1/1 T3), 4 rebotes, 2 faltas recibidas, 1 robo, 13 de valoración… y una jugada, simbólica y letal. Tras pase de Samb, desde la esquina, a mitad de camino entre el aterrizaje para llegar hasta allí en carrera y el salto para tirar a canasta, soltó el balón como un resorte sin que Lorbek pudiese rozarlo. El pabellón se vino abajo. Triple, máxima en el luminoso (48-30), saludito militar a la grada y un aviso a navegantes. En el tercer partido estará. Y con él, siempre todo es diferente.



Uno nació en Salónica y el otro en el corazón de Salónica. Uno iba de negro y otro, de amarillo. Jugaban a 2.400 kilómetros de distancia y cada uno sufría un dolor diferente. Mas, este domingo, Kostas Vasileiadis y Ryan Toolson fueron hermanos de épica. Parientes muy cercanos en cuanto a compromiso e implicación.

Ryan Toolson también sufrió la condena de las lesiones en la recta final de la liga regular, perdiéndose el partido de la Jornada 32, frente al Lagun Aro. Malditas molestias en los isquiotibiales que le impedían entrenarse y que, cuánto le dolió aquello, le dejaron incluso sin poder viajar a Vitoria-Gasteiz para jugar el primer partido de cuartos.



Quizá nunca sabremos si un final menos cruel para su equipo hubiera pospuesto su reaparición. Si la rabia que tuvo tras la derrota agónica de su Herbalife Gran Canaria no le dio aún más fuerzas para intentarlo, para luchar por llegar al segundo partido. El sábado, se probó, necesitando atenciones durante todo el entrenamiento, sin perder la esperanza de poder ayudar el domingo a su equipo.



Lo consiguió. Cuando entró, con 7 minutos del partido ya transcurridos, miró al CID, vestido de amarillo. Imposible no luchar por esa gente. Imposible no luchar por sí mismo. Sus 5 puntos con su firma seguidos nada más empezar el cuarto, los entremeses. Abrían el apetito, sí, pero también los espacios en pista y las opciones de su equipo.

El plato principal, el triple en la cara de San Emeterio para hacer creer más que nunca a los suyos en la victoria (63-64), a falta de dos minutos para el final. El postre, sus 4 puntos seguidos para alejar a su Herbalife Gran Canaria en la prórroga, con canastón incluido por el camino.

Mientras subía la bola, cual base, pudo pensar en los trenes perdidos en Italia o en la misma lesión nada más aterrizar en Gran Canaria que le obligó a pasar por el quirófano y le puso cuesta arriba su adaptación al equipo. Mientras celebraba, cuál héroe (17 puntos, 20 de valoración), el dolor físico o el esfuerzo para llegar al encuentro, eran por fin peajes pagados con sentido, una forma algo extrema de transformar la alegría en éxtasis.



Las frases hechas tomaron cuerpo y el compromiso se comió a los topicazos. Vasileiadis y Toolson, héroes desde el banquillo, héroes desde el dolor. Hermanos de épica y gloria. ¿Podrán aumentarla el martes?





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sábado, 25 de mayo de 2013

Sergio Rodríguez: La sencillez de dos momentos

Si, como escribió una vez Thomas Fuller, “todo es muy difícil antes de ser sencillo”, Sergio Rodríguez ya entró en una fase en la que lo más cómodo es ser decisivo y el camino más corto, la magia. Como si todo lo duro, las dudas, las expectativas sin cumplir o los sueños agridulces, fuesen parte ya solo del pasado.



Los números pueden gritar cualquier cosa. Los números pueden jurar en arameo. Los números pueden decir que hubo hasta tres jugadores con idéntica o mayor valoración que el canario, pero el baloncesto siempre fue idioma de juego y no de cifras.


ACB Photo / A. Martínez

Y en cuanto juego, al menos en el primer partido de los cuartos entre Real Madrid y Blusens Monbus, el Chacho fue el rey. El segundo cuarto, su corona. El base ya avisó al entrar en los compases finales del primer periodo con un coast-to-coast espectacular que murió con la falta de Junyent. Fue como si, mientras se pasaba en carrera el balón entre sus piernas, les dijese a todos sus rivales que el encuentro iba a ser suyo. Lo fue.



Ocurrió en el segundo cuarto, allá cuando decidir, aún tan lejos del final, parece pura quimera. La primera escena, una canasta regalada desde la mismísima nada a Felipe Reyes. A la siguiente jugada, intento de triple, salto y en el aire, como si el tiempo fuese más lento cuando a él le da por inventar, cambio de planes y asistencia a Felipe que, otra vez él, se vio obligado a encestar cuando le salía del alma era aplaudir. Segundos más tarde, un pase más terrenal a Carroll para el 2+1 de Jaycee que confirmaba el despegue blanco. Se cerraba el telón.



Segundo acto, siempre en el segundo cuarto. Adicto al contraataque, a la carrera, a cambiar el encuentro de revoluciones y hasta de concepción, en plena cabalgada bota, mira a la izquierda, dirección la grada y, sin dejar de correr, asiste a Rudy Fernández, que pone a los suyos con 10 de ventaja. Siguiente flash. Coge el balón en su propia zona, atraviesa el campo, amasa el balón, lo siente suyo, se acerca a la zona, da un paso atrás, prueba el tiro literal y anota.


Su tercer chispazo haría que todo saltase por los aires. Robo en mitad de la pista y, en lugar de contemporizar o de jugar con el tiempo y la ventaja, un impulso que le pide jugársela y pasar el balón de un lado a otro de la cancha. Mirotic espera debajo del aro y convierte para poner un 48-33 con sabor, orgullo y embestidas visitantes a un lado, a sentencia. Se volvía a cerrar el telón.


ACB Photo / A. Martínez

Hubo más. Penetraciones pasándose el balón en el aire por la espalda, un triple, algún guiño más de magia en forma de pase o más carreras entre la locura y la serenidad, pero el choque ya nunca fue el mismo tras sus dos actos determinantes.




Y es que, como partes de su obra, existieron dos partidos. Uno de 16 minutos, sin Sergio Rodríguez, que se llevó el Blusens Monbus por 30-32. Otro, con el canario volando en pista durante 24 minutos, con 60-43 para su Real Madrid. La sencillez de dos momentos.


Daniel Barranquero


@danibarranquero


ACB.COM






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viernes, 24 de mayo de 2013

La tortura interior del Valencia Basket

El choque granítico de Serhiy Lishchuk, el fade-away de Justin Doellman, el rebote ofensivo para mate de Vitor Faverani, la continuación para hundirla de Bojan Dubljevic, el vuelo de Florent Pietrus para interceptar un balón... La variedad interior del Valencia Basket parece encontrar un punto común en la intensidad aparente de todos sus jugadores, excepción hecha, tal vez, de un Doellman constituido por una naturaleza más estética que la de sus compañeros.


Contundentes en la finalización, en el tapón, en el cuerpo a cuerpo defensivo, en el derroche de intensidad. En la tortura. Porque eso ha sido el ejército interior del Valencia Basket para el CAI Zaragoza. Unas fuerzas especializadas en el sometimiento hasta la mínima expresión de su oponente. Una sucesión de cuerpos diseñados para el baloncesto capaces de alternarse para que la intensidad acabara rozando el infinito durante prácticamente todo el partido.


El ejército interior taronja dejó a los zaragozanos en la mínima anotación en la historia del Playoff y permitió unos 38 de ventaja que son el tope valenciano en las eliminatorias por el título y la sexta mayor diferencia histórica. Números de apisonadora nacida a partir de constantes balones a la pintura, a partir de exteriores que podrían vivir solo de surtir balones a los interiores.


El perfil poco anotador de Rodrigo San Miguel y Stefan Markovic, los dos bases, dibuja un escenario que favorece a los hombres interiores, sobre los que ha girado el juego durante buena parte del primer partido de cuartos de final del Playoff de la Liga Endesa. Allí donde el dominio ha sido más aparente. Porque no hay nada más visual que un tapón o un mate. Porque son los interiores los que hacen que el dominio tome una imagen de dominio más bruta.



53 puntos de los interiores valencianistas, 11 más que el CAI Zaragoza al completo. Aunque el dominio del Valencia Basket ha sido tan absoluto que cualquier comparación numérica, por disparatada que fuera, le colocaría como vencedor. Más allá de eso, su juego interior brilla, llegando a final de temporada como solo se podría haber soñado hace un par de meses.


Las lesiones, a la vez que han propiciado la alternancia de brillo entre diversos jugadores, han mermado el techo del juego interior de Velimir Perasovic. El que ahora reparte minutos a partes iguales se ha visto obligado a concentrarlos en algunos jugadores y a fichar refuerzos (Lauvergne, Hrycaniuk, Hanley) ante las múltiples bajas. Faverani se ha perdido 14 partidos de la Liga Endesa, Lishchuk y Pietrus ocho cada uno y Doellman y Dubljevic uno.


Pero, si el primer partido de cuartos de final fuese la verdad, todo eso ha quedado atrás. Años atrás, parece. Y es que las dos incógnitas de la ecuación interior parecen haberse despejado. Florent Pietrus recupera la plena actividad física tras casi dos meses de baja y Vitor Faverani, cuya aportación en las últimas jornadas de la Liga Endesa no parecía a su altura, se ha desatado con un partido que confirma la fuerza desatada en el pasado Playoff 2011-12, que le valió prácticamente todos los elogios.


Si sumamos la gran recta final de temporada de Bojan Dubljevic, que ha despertado la acérrima defensa de la afición, y el MVP de mayo de Justin Doellman, el resultado es un juego interior envidiado. Por impacto, por naturaleza, por variedad, por intensidad. Con el Real Madrid abandonado a su enorme capacidad exterior, el Barça Regal reformándose con la llegada de Mavrokefalidis para suplir a Jawai y esperando todavía el modo estelar de Lorbek, las banderas interiores baskonistas ondeando a media asta, el Valencia Basket busca la legitimidad para autonombrar a su juego interior el más importante de la competición.


El primer argumento lo pone una enfermería vacía. El segundo, una exhibición histórica. El tercero, unas semifinales que, tras los 38 de diferencia, parecen más cercanas que nunca.


David Vidal


ACB.COM






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miércoles, 1 de mayo de 2013

La lengua del aire


Hay más de un centenar de libros de entidad en torno a Michael Jordan, una de las poquísimas figuras que ingresar a gusto en ese vano debate sobre el mejor deportista nunca visto. Y aun ese ingente volumen editorial palidece ante la incalculable masa de contenidos publicados en el mundo por su nombre y motivo. Casi con toda seguridad Jordan sea el deportista más referenciado de la historia.



Hace no demasiado parecía impensable que Jordan pudiera contar algún día 50 años de edad. Que su existencia misma no luciese siempre de corto y rojo o que fuera de ese cuadro joven y celestial tuviera algún sentido. Es como si durante mucho tiempo, tal vez demasiado, nadie hubiera previsto –ni decir que deseado– este 50 aniversario de Michael, del joven Michael, un cumpleaños entre intruso y absurdo que irrumpe como si no hubiese ahora nada que decir. Nada nuevo de importancia. Porque en su caso, en el extraordinario caso de Michael Jordan, resulta ya muy difícil aportar algo no dicho o sugerido antes.



Hubo un momento en su carrera, un tiempo incluso temprano, en que abordar el fenómeno Jordan, hacerlo tangencialmente o en profundidad, desafiaba el uso del lenguaje, como si la mayor herramienta de que se ha dotado el hombre no alcanzara a describir el insondable despliegue de sus realidades. “Words no longer suffice when the subject is Michael Jordan”, reconocía Fortune ya en 1998.



Y así ocurre que este dilema, biográfico y semántico, vuelve a asomar nuevamente. Porque el rescate de cualquiera de sus gestas sonará ya contado, como un eco adjetivo que se viene repitiendo sucesivamente el último cuarto de siglo. Y de seguro el siguiente. Porque Michael Jordan no es ya el nombre de nadie, nadie concreto de carne y hueso. Sino toda una expresión –fonéticamente impecable– sinónima de cuanto sugiere la doble noción de gloria y eternidad.



Aun con todo, merece la pena intentarlo.



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Es de sobra conocido que a su llegada a la NBA en 1984 Jordan pretendía a Adidas como firma deportiva. Pero Adidas no correspondió. La compañía concentraba entonces su interés en el mercado internacional y ninguna razón de peso en Michael. En cambio Nike puso todo su empeño en cortejar a la joven promesa, muy suspicaz al pequeño tamaño y gran incertidumbre de la marca.



Tras unos escarceos, resumidos en el tenaz deseo de Jordan hacia Adidas en detrimento de Nike, el novato terminó firmando por esta última a condición de que la marca le destinara un modelo exclusivo de zapatillas. Nike aceptó y acuerdo cerrado.



El equipo de diseñadores de Nike estaba dirigido entonces por Peter Moore, que tenía ante sí el reto de radiografiar a Jordan con un símbolo publicitario incontestable. Moore reunió a su gente en torno a la mesa de trabajo haciendo acopio de todo el material gráfico disponible, entre el que se encontraba el Especial Olímpico de verano de la revista LIFE. Ojeando entre sus páginas Moore se detuvo en una fotografía que llamó a gritos su atención.





Life, 1984



Sobre un decorado crepuscular, presidido por una canasta de exagerada estatura, Jordan volaba al mate con el balón arriba en su mano izquierda y las piernas muy abiertas. Detenido en esa imagen, inspirado por ella, Moore experimentó el espontáneo fogonazo de los creadores, una visión de lo que andaba buscando: la intuición de una silueta.



Y con el guión en la mano Moore pasó a la acción de montar un estudio fotográfico al aire libre, aplastar al fondo el skyline de un Chicago también crepuscular y obtener de Michael una réplica mucho más perfecta que el original.



Ante una canasta de talla convencional y escuálido andamiaje –un elemento cuya escasa importancia revela la verdadera prioridad del motivo– es, pues, de imaginar la instrucción dada: “Salta abriendo las piernas y lleva el balón arriba con tu mano izquierda como si fueras a hacer un mate”. La imagen de LIFE serviría además de patrón: “Quiero algo como esto”. Pero menos rudimentario y salvaje. Algo como más lineal y simétrico, de mejor acabado, algo en suma más perfecto.



Jordan obedeció haciendo su naturalidad el resto. Y la fotografía por la que el equipo de Moore suspiraba se hizo realidad. Una imagen había sido concebida. Pero aún restaba otra gestación hasta el nacimiento del símbolo, al que bautizaron como Jumpman.





Jumpman







Es debido reseñarlo. Pese a concebirse como icono Jumpman no nació como tal. Lo hizo como una fotografía que incorporar a la etiqueta de las primeras Air Jordan en marzo de 1985. Y no sería hasta tres años después que la imagen se hizo hombre y el hombre imagen. Y no sin la favorable intervención del destino.



En 1988 el contrato de Michael con Nike tocaba a su fin. Y Peter Moore quiso jugar sus cartas tratando de llevarse a Jordan consigo a una nueva compañía de zapatillas de su creación llamada Van Grack. Pretendía hacerlo junto a otro diseñador amigo suyo de nombre Rob Strasser. Para entonces Moore ocultaba un diseño preliminar de las Air Jordan III. Pero el tiempo no jugó a su favor.



Enterado de esta operación el director de Nike, Phil Knight, contrario a perder a la joya de su proyecto, ordenó a un diseñador de su confianza, Tinker Hatfield, la creación de las Air Jordan III, para lo cual debía apresurar una idea brillante y evitar así cualquier intento de fuga. Hatfield contó con la ayuda de otro diseñador, Ron Dumas, y juntos obraron el milagro. En dos semanas alumbraron el modelo solicitado, puede que aún hoy el de mayor éxito de la compañía. Por primera vez unas Jordan incorporaban la impresión de la silueta Jumpman en las lengüetas. Una impresión en un vivo color rojo.



Cuando Michael descubrió el diseño entre enormes láminas que cubrían una de las paredes del estudio en Brooklyn quedó maravillado. Fue el golpe de gracia, la conquista final. Nike lograría retener así a su figura. Y de paso, ahora sí, dotar a Jumpman de su condición de logo, un terreno que por diversas razones no había sido alcanzado por la también fabulosa Wings .



El resto es historia. La historia de un icono cuyo precio, en términos de ingresos, superaría con creces los cinco mil millones de dólares en el siguiente cuarto de siglo.



Eso fue todo. Todo lo dispuesto a ingresar en los libros.



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Sin embargo es posible acudir más allá, incluso cuestionar la hegemonía de lo ocurrido, para lo cual es preciso elevar todo esto a su aspecto semiológico, a una interpretación mayor del símbolo.



Lo que Jumpman despierta en el imaginario colectivo reposa sobre un gigantesco equívoco. Ese grafismo promueve la irresistible concepción de un mate, el vuelo al mate de Jordan como no procedería además interpretarlo de otro modo. Y no fue así en realidad.



Tratándose de una maniobra publicitaria no hay nada extraño en la existencia de un truco. Pero tampoco en descifrarlo, como así lo haría el mismo protagonista.



“…my logo. I wasn't even dunking on that one. People think that I was. I just stood on the floor, jumped up and spread my legs and they took the picture. I wasn't even running. Everyone thought I did that by running and taking off. Actually, it was a ballet move where I jumped up and spread my legs. And I was holding the ball in my left hand” (Hoop, “Michael on Michael”, Apr. 1997).




Un movimiento de ballet, sellaba el mito.



Todo esto carecía, pues, de importancia. Nike no solo se había hecho con Jordan. También con su imagen. Y transcurrido el tiempo suficiente para derramar cuantas glorias quepa imaginar –una década bastaría– la importancia del logo cobraría una dimensión universal, una dimensión superlativa, una sobredimensión en cualesquiera términos. Porque valiéndonos de la atribución más recurrente en Jordan, esa que lo refiere como deidad, es posible concluir que Nike había alumbrado la viva imagen de Dios, fotografiándole para la eternidad, como si ninguna otra radiografía, ningún otro símbolo valiera para cumplir igual cometido, tal es el inmenso poder de una multinacional en su obra maestra.



Y no es otro el problema de concepto que traer a colación. Considerar si Jumpman, la silueta de una coartada que muestra a Michael con su balón en la mano izquierda abriendo las piernas, hace justicia plena a su figura; examinar su conveniencia, calibrar su acierto retórico y formularse, por el mero placer de hacerlo, si Jumpman, como la quintaesencia del jugador Michael Jordan comprimido hasta el último átomo, cumple en justicia su valor de arquetipo. Si esa silueta sin suelo ni cielo concentra, en suma, la manifestación simbólica más exacta de cuantas Jordan haya podido legar.



La respuesta es no.



Y aunque en el motivo de esta pieza pueda figurar el propósito de cuestionar la idea de Jumpman –también llamada The $5.2 Billion Image– lo es mucho menos que encontrar un arquetipo, sea o no silueta, más ajustado a la realidad, a la realidad material de su carrera deportiva sin omitir la cualidad poética de su simbolización.



La pregunta formula, pues, la posible existencia de alguna imagen en Jordan de condición netamente superior al resto de cuantas brinda su inmenso legado.



Y aquí la respuesta es sí. Y lo es desde incluso antes de Jumpman, por lo que resultaría además muy sencillo encontrarla.



Basta invocar esa imagen en el Jordan jugador. Pero casi mejor hacerlo con la memoria gráfica del espectador, la que visualmente quedó grabada con más fuerza en su retina. Al hacerlo se comprende además que las cuestiones técnicamente inabordables no lo son en realidad. Que hay infinidad de aspectos y dimensiones perfectamente manejables bajo prismas de aplicación muy escasa. Hablamos de la gramática del movimiento, de su composición y estructura, de la biomecánica y de eso que algunos técnicos bautizaron como dinámica de replicación –Replicator Dynamics– y, en este particular caso, una pequeña pero espléndida porción de esa fascinante disciplina moderna conocida como Cineantropometría.



Tal vez ningún deportista se preste a ella con igual sentido y profundidad que Michael Jordan.




A modo de prólogo



De un tiempo a esta parte ha venido ganando fuerza la idea de que ningún jugador es equiparable a Kobe Bryant en volumen de recursos. Y urge matizar aquí algo.



Los recursos son herramientas, útiles que la técnica proporciona, un campo de validez universal que en su momento dimos en llamar técnica de orden . Este campo no recoge el juego en su totalidad. No formalmente. Para encontrar ese valor hemos de ampliar notablemente la perspectiva hasta admitir dominios mucho más vastos que derramar en los márgenes de la estética. Es en esta disciplina donde poder hallar y calibrar el yacimiento formal ofensivo de todos y cada uno de los jugadores habidos.



Hecho esto, sigue sin darse en el baloncesto mundial un caudal equiparable al ofrecido por Michael Jordan en toda su extensión. Es lo que tiene la técnica de caos, para la que el mito pareció también haber nacido: que únicamente el tiempo, la salida de escena, el adiós definitivo, es capaz de poner fin.



Y en el arte de anotar, de una forma u otra, no hubo una versatilidad mayor, un más abundante yacimiento formal para cuya hegemonía Michael no precisó, en realidad, más que nueve años, su primer ciclo (1984-1993).



Una variedad semejante inclinaría a pensar que ningún otro jugador resulta más difícil de radiografiar de una sola vez. Y sin embargo Michael lo puso más fácil que nadie. Fue su elección hacerlo así.



Todos los jugadores terminan agrupando sus recursos en categorías que el tiempo hace más y más visibles. Y especialmente los de mayor yacimiento. Mientras el jugador se reconoce en ellas es también a través de ellas que nosotros reconocemos a los jugadores. De un picado en Magic Johnson a un fade away en Bryant a un gancho en Jabbar a una estatua de la libertad en Worthy hay algo poderosamente identitario en cada uno de ellos.



Jordan tampoco faltó a la fase dactilar del juego reconociéndose así a través de no pocas categorías. Mucho antes de apagar su fuerza en la técnica de orden (2001-2003) su volumen de categorías técnicas y estéticas operativas fue, como se ha dicho, el más alto y variado de la historia. Se trata, pues, de encontrar la más hegemónica de todas ellas.




Arquetipo postural en Michael Jordan



Dentro de toda esa diversidad en su largo esplendor cabe destacar su profusión en el arte del mate, una relación directa entre Jordan y el aro. Y dentro de ese nutrido volumen una querencia absolutamente natural por una particular tipología, puede que la más sencilla y auténtica de sus elecciones. Se trata de hecho de una de las más impecables formas de abordar el hierro nunca expresadas. Y de tal replicación en su caso, una categoría en sí misma.



Durante toda su vida deportiva Michael expió buena parte de su energía viva en un tipo de embate al aro de su exclusiva creación. Esa forma implicaba siempre una variable entrada en carrera, una batida a dos piernas, una visible lateralidad del cuerpo, una irresistible inclinación troncal y una majestuosa culminación a una mano. Éste y no otro es el mate arquetípico en Michael Jordan. Un gesto de específica originalidad que ya prodigaba en North Carolina y que no abandonaría nunca. Un tipo de breakaway de patente exclusiva, dado que antes de Michael este tipo de ensayos al hierro brillaban bien por su ausencia bien por formas muy vagas o rudimentarias.







El volumen de replicación de Jordan en este mate, en su mate por excelencia, es incontable. Pretender su medición es tarea de otra vida. Aquí solo se subraya su insistencia, derramada sin geografía ni tiempo. Así la batida en Detroit a los pocos días de llegar a la liga, el vuelo sobre Turpin, la rotura del tablero en Trieste, el mate sobre Ewing, su ensañada reiteración en el Madison, su feroz versión en Barcelona o su acción escogida en las Finales de 1996 reiteran un formato estético, dilatado en años y centenares de partidos, sumamente reconocible, exclusivamente suyo y sin duda el más abundante de su inmenso repertorio.



De hecho no hay espectador de la era Jordan que no experimente una poderosa familiaridad, una automática adhesión a una de sus acciones de plena categoría formal más repetidas en vida y de inalcanzables vigor y explosión en el Jordan sin anillos.







Por alguna razón puramente genética, íntimamente ligada a la combinación de potencia y ligereza, Michael gustó siempre de abusar de este privilegio físico, entregando a la psique la inercia de la repetición.



En un tiempo incluso temprano hubo quien estimó conveniente perpetuar este particular género de mate. El ojo artístico pertenecía al legendario fotógrafo deportivo Walter Iooss, que a diferencia de Nike tuvo el acierto de permitir a Jordan sumergirse en su hábitat natural sin consigna alguna. Como resultado, una primordial justicia gráfica en la obra conocida como Blue Dunk .





Blue Dunk ( Lisle, Illinois, 1987)



Reclamado por Sports Illustrated para un reportaje Iooss pretendía capturar una sombra y aplastarla en el suelo sin ocultar su motivo. Cuando vio el resultado de sus disparos (14 frames/seg) desde lo alto de una plataforma hidráulica para obtener una toma cenital, quedó más que satisfecho. “De todas las fotografías que he tomado de Michael, es mi favorita”. Iooss compartía con Nike la mutua satisfacción a ensayos muy breves con Jordan, como si cualquiera de sus inmersiones en el aire fueran un rotundo éxito sin necesidad de aspavientos. “Nadie había llegado tan lejos”, declaraba orgulloso el autor años después.



El fotógrafo llevaba razón. Pero lo hacía con arreglo a la técnica de imagen. No a lo realmente importante de su fotografía, que no eran ni la sombra ni el fondo ni el contraste. Era el cuerpo mismo de Jordan el que moría ya entonces por perfilarse en el aire a través de unas pocas propiedades, de una identidad sin igual.



Aquel mismo año Jordan firmaría la más perfecta ejecución de un windmill lateral hasta la fecha. En ella se recoge la quintaesencia de su quintaesencia. Una entrada circular, una batida suave, un majestuoso despegue y la sublimación de un atributo -The Windmill- que incorporar en concurso a su mate matriz.






Seattle, 1987 ("That is Air Jordan at his best", Rick Barry, CBS)



Este género de breakaway, como un patrimonio genético, presentaba repetidamente una serie de propiedades:




- Lateralidad en el embate al hierro.


- Inclinación del tronco (a la perpendicular de 20º-35º).


- Extensión superior brazo ejecutor.


- Tensión compensatoria brazo inerte.




Y otras dos de igual fascinante interés:




- Hiperextensión de la mano izquierda.


- Distensión lingual.





El aire tenía lengua



A la pregunta de por qué su hijo acostumbraba a sacar la lengua James Jordan respondía con la ingenua benevolencia de un padre. Que tanto él como el abuelo solían hacerlo cuando estaban enfrascados en una tarea que precisara concentración. Incluso se animaba a escenificar el gesto sacando únicamente la punta y cerrándola entre los labios. El gesto se explicaba así a simple modo de herencia familiar.



Aun siendo veraz esta explicación no obraba su cometido. De hecho quedaba muy lejos de lograrlo.



La propulsión de la lengua en Michael Jordan, ese fulminante latigazo reptiliano en la fase terminal de muchas de sus acciones, no era más que el brutal acto reflejo de un excedente de energía creativa al momento mismo de estallar. Una de las fases más complejas en la biomecánica del deportista durante una acción decisiva presenta la azarosa convulsión muscular buena parte de la cual no tiene un sentido claro, definido, útil. En la plástica refleja el cuerpo muscular activa un ingente volumen de resortes. En el caso de Jordan ese excedente reflejo operaba también en la lengua, disparada como acto de fuerza expresiva en quien reclama toda la atención al momento exacto de escenificar su particular número.



La distensión lingual en Jordan, uno de los gestos más hipnóticos en la historia del deporte y sin embargo menos abordados, no era más que una pequeña parte visible en la fugaz fase de activación muscular superior, de rendimiento cumbre, de hiperestimulación biomecánica.








La mano izquierda del aire



Asimismo sorprende observar la increíble regularidad gráfica de su brazo izquierdo como ala de equilibrio compensatorio. Y aún más la violenta hiperextensión de su mano libre.



Mientras el reflejo de la lengua templó con los años la tensión del brazo inerte no lo haría nunca, siendo además un factor increíblemente persistente en toda su variedad de mates.



Adentrarse en las razones importa menos que el resultado gráfico de la obra en su gesto más hegemónico, donde se puede observar, en términos de energía, un celérico desplazamiento del centro de gravedad a la periferia; el llamado efecto de eslabonamiento o propagación –Linkage Effect– poderosamente vinculado al de fijación y cierre –Lock-in Effect– que permitía acompactar la figura en un molde invariable al paso del tiempo. Durante una fase infinitesimal el cuerpo de Jordan adoptaba así una geografía específica que liquidaba toda desviación aleatoria, constituyendo un modelo homogéneo, fuertemente integrado, en el campo menos común para ello: la plástica refleja.



El lenguaje del cuerpo es inescrutable. Pero al igual que ocurría son su lengua esa mano libre sin duda chillaba de pura expresión.




Springfield Civic Center (Springfield, Massachusetts, 1988)




Todo esto no son cualidades fronterizas. Antes bien resultan tan esenciales que acaban por describir un patrón espacial ya después nunca repetido.



Una categoría tan básica en el mate ha sido, por supuesto, posteriormente replicada en una inmensa diversidad de matadores de toda posible escala. De Hammonds a Bryant a Carter a Griffin pasando por una dignísima réplica de contagio en Scottie Pippen, esa suerte de embate lateral al hierro sería en adelante muy común.



Pero el grafismo esencial sin puntos de ruptura ni dispersión de energía, ese molde entregado a una personalísima plástica figurativa –formar figuras en el aire– tiene en Jordan su más sublime expresión. Un tramo ideal que ni siquiera el baloncesto, en términos de utilidad, está en condiciones de poder explicar.



Tal vez haya sido esta dificultad, como sufre el lenguaje ante ciertas piezas de arte, el principal valor en Michael Jordan, la teoría de que su obra repose con absoluta prioridad en lo puramente sensacional, así como acertó a referir Carson Cunningham: “The descriptions indicated the effect Jordan’s actions could have on the human mind” .



Nike creó un arquetipo. Puede que el de mayor éxito en la historia del deporte. Pero igualmente un artificio. Y en términos de realidad, de justicia gráfica, de belleza y profundidad de significado, ni remotamente comparable al descrito, sin duda el más predominante, superlativo y genuino de su colosal legado estético. Y el de mayor evidencia además.







Así pues Jumpman cabe con facilidad en Jordan . No a la inversa.





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Uno de los bocetos preliminares descartados por Nike / La lámina recoge la pregunta del equipo de Hatfield: "How Do We Mark The Air Jordan Product?" (Gotta Be the Shoes, Michael Jordan's 50th Anniversary, ESPN's Sports Center, 2013)







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